El mitotero y el mitote
El mitotero hace mitote y nunca habla claramente; al contrario: confunde y oscurece con el humo de la palabrería sus argumentos. Pero vivimos en el mitote —estamos en el relajo y el desmadre, estamos distraídos y en el barullo, en el tumulto y el vocerío, en el desorden y la agitación.