El mitotero y el mitote
El mitotero hace mitote y nunca habla claramente; al contrario: confunde y oscurece con el humo de la palabrería sus argumentos. Pero vivimos en el mitote —estamos en el relajo y el desmadre, estamos distraídos y en el barullo, en el tumulto y el vocerío, en el desorden y la agitación.
Fantasmas
¿Por qué nos gustan tanto las historias de fantasmas? ¿Qué significa suspender brevemente nuestras convicciones racionales y dar por cierta la realidad de los espectros o de un más allá que, de pronto, se manifiesta más acá? ¿Qué tipo de historias sólo los fantasmas las pueden contar o sólo se pueden contar si admitimos su presencia?
In memoriam
Un breve homenaje a Lourdes, mi hermana.