Democracia

Democracia

Quizá en broma —pero también muy en serio: se trata de intenciones que no se oponen, necesariamente—, Jorge Luis Borges habló a veces con desdén y otras veces con desprecio sobre la democracia. En alguna entrevista, la definió como “un abuso de la estadística”. Así lo declaró en 1976, en una multicitada entrevista.

«Para mí la democracia es un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor. ¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente? Yo diría que no; entonces ¿por qué suponer que la mayoría de la gente entiende de política? La verdad es que no entienden, y se dejan embaucar por una secta de sinvergüenzas, que por lo general son los políticos nacionales. Estos señores que van desparramando su retrato, haciendo promesas, a veces amenazas, sobornando, en suma. Para mí ser político es uno de los oficios más tristes del ser humano. Esto no lo digo contra ningún político en particular. Digo en general, que una persona que trate de hacerse popular a todos parece singularmente no tener vergüenza. El político en sí no me inspira ningún respeto. Como político.»

—Borges, en entrevista con Bernardo Neustadt (julio, 1976)

Borges da qué pensar, no tanto porque haya descalificado esta forma de gobierno, sino porque no le falta razón cuando dice que “la mayoría” no entiende de las cosas importantes —la belleza, la verdad, el bien—, y que la labor política es triste y propia de los sinvergüenzas. Bien leída, no sólo es una crítica ácida del gobierno de los muchos, sino sobre todo de la falta de vergüenza que suelen tener los que se adueñan, por la buena o por la mala, del poder político.

Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges

La (buscada o anhelada) popularidad como sinónimo de inmoralidad.